Bonsáis en La Pastora.

Empecé a crear bonsáis en 1986, vivía entonces en la casa de mi madre, en La Pastora, una parroquia muy húmeda y boscosa de Caracas, que se halla justo a las faldas del cerro el Ávila, la montaña que recorre la capital de Venezuela. Luego me mudé a la candelaria y traje conmigo la mayoría de los ejemplares de bonsáis, pero dejé en la pastora unas plantas muy jóvenes que en ese entonces no llamaron mucho mi atención.

Casi dos décadas después estas plantas son unos bonsáis nada despreciables y pertenecen a mi madre, que los ha cuidado desde entonces, yo me limito a alambrar y podar un par de veces al año.

Jacarandá, cultivada desde semilla a partir de 1987 (tiene 20 años de trabajo)

Gracias a flickr.com por hospedar la foto.
Mide aproximadamente 60 cms y su trabajo ha sido una pesadilla porque es una planta reaccia a mantenerse pequeña, si la poda es muy drástica seca la rama y produce una nueva con mayor tendencia al rápido crecimiento, sin embargo la belleza de su apariencia de palma ha hecho que el ejemplar luzca muy bien.

Navidad. comprada en un vivero en 1989.

Gracias a flickr.com
Cuando la compré era muy delgada y me decepcionó el hecho de que tarda demasiado en engrosar sus ramas, quince annos después el bonsái es muy interesante y se mantiene lleno de flores blancas que luego se vuelven unos hermosos frutos rojos de medio centímetro de diámetro. Mide menos de 30 centímetros de altura.


Ficus benjamina de hoja pequeña. Lo compró mi mamá en 2005 como un prometedor prebonsái, desde entonces yo solo me he limitado a alambrar y podar, la foto de abajo en el patio es la más reciente. La Pastora posee una humedad tal que hace posible la aparición de musgo con increible rapidez.

Gracias a flickr.com

Gracias a flickr.com


Por último esta brutal trinitaria doble que fué comprada hace un año y que estoy comenzando a trabajar, en La Pastora hay otros bonsáis que luego reseñaré en el blog.

Gracias a flickr.com